Tubos y dolores de cabeza

El domingo me despierto tarde; he dormido mucho y me he levantado con dolor de cabeza, pero no le doy mucha importancia y pongo rumbo a Xagó, una playa que está cerca de Salinas, en la que entra más mar que en ningún otro sitio. Para hoy marcaba buenas olas, pero llego a Xagó y está asqueroso. Windguru falla demasiado: ayer ponía que iba a estar enano y hubo unas olas buenísimas, y hoy que marcaba buenas, está asqueroso. Qué se le va a hacer. No hay olas y me duele la cabeza, me voy a dar una vuelta a ver si me da un poco el aire y se me pasa…

No se me pasa el dolor, pero encuentro un buen sitio para pasar la noche encima de un acantilado desde el que se ve toda la playa. Como algo, y vuelvo a la cama a echarme la siesta, que el dolor de cabeza se está volviendo pesado.

No puedo dormir, intento estudiar (tengo examen del PER dentro de poco) y no puedo, intento leer y tampoco puedo. Etoy en un sitio precioso, y no puedo hacer nada porque me duele mucho la cabeza. Al rato las olas empiezan a mejorar: baja la marea, sube el tamaño y para el viento.

No para de mejorar y empiezo a plantearme el entrar al agua, pero me sigue doliendo la cabeza. Decido esperar a última hora, a ver si el dolor se va. Sigue mejorando…

El dolor no se va, pero es la hora y he visto un par de tubos buenos-buenos y decido entrar con el twinfin y sin invento. Recuerdo una cosa que me contó Rubén el día anterior: un amigo suyo nunca entraba con invento porque decía: “leash is for dogs” algo así como “la correa para el perro”. Es un poco exagerado, pero es verdad que sin el invento se disfruta más, todo tiene más emoción y se eligen mejor las olas.

Bueno, al final, a lo tonto pasa algo con lo que no había contado: Xagó se orienta hacia el oeste y la puesta de sol me da en toda la cara, haciendo que mi dolor de cabeza aumente más, y no me deja coger olas agusto, eso sí, a partir del momento en el que el sol se mete, me pillo unas cuanta buenas y me hago dos tubos de esos de “ahh… dolor de cabeza, ¿qué es eso?” tampoco me imaginaba tubos de esos esa misma mañana.

Se me van todos los males para volver segundos después. Ya se apaga el día y tengo que subir el acantilado hasta la furgo. Al salir del agua es cuando peor se pone mi dolor de cabeza. Sin cenar nada, a la cama, prontito-prontito.