viernes, 21 de mayo de 2010

Vuelvo a encontrar internet por fin

A nadie le gusta saber que llega el final de una buena película, o ver que las páginas de un libro empiezan a agotarse, y lo mismo me pasa a mi con este viaje, que ya se ve el final.

Decidí volver hacia el día 25, por dos motivos principales: el primero y más importante de los dos es que el día 1 tengo examen del PER (patrón de embarcaciones de recreo) y hay temas que me gustaría comentar con mi padre, y tener algún día para estudiar tranquila y seriamente.

El otro motivo es que ya empiezo a tener ganas de coger el barco, estar con la gente, organizar el taller…. En general, empezar a poner las cosas en su sitio para hacer las cosas bien en verano, que tengo muchos proyectos y no sé si suficiente tiempo. La diferencia es que en verano todos o casi todos los proyectos van destinados a ganar un dinerito para poder seguir vagabundeando el año que viene, en invierno, con intenciones de irme a hacer esto mismo, pero en Canarias.

Hace mucho que subí la última entrada, ha sido por la zona en la que he estado, en la cual no es fácil pillar internet, y es muy fácil pillar buenas olas. En resumen, Asturias es la hostia. He estado lo suficientemente ocupado disfrutando como para que se me ocurriera escribir. He sacado un montón de fotos, pero escribir no hhe escrito mucho.

En resumen, han sido días buenísimos de sol, buenas olas, poca gente en el agua ( o en cualquier lado) y una tranquilidad que hace muchísimo que no tenía, una tranquilidad casi excesiva, que a uno ya le empiezan a entrar ganas de un poquillo de bronca (imaginad la cantidad de tranquilidad que debe haber para que eso ocurra).

Bronca que ya me dio la poderosa cuando un día, y por que le dio la gana, se paró en medio de la carretera. Tras una hora intentando que volviera a arrancar, y después de hablar con mis padres, tuve que llamar a la grua. Según mi padre, con total seguridad la furgoneta arrancaría milagrosamente nada más bajarla de la grua. Ni yo ni el gruero creíamos que algo así fuera a suceder, así que llevamos la grua a la base donde guardan los vehículos averiados, para a la mañana siguiente (ya se había hecho de noche) llevarla al taller en Avilés.

Después de media hora de viaje para llegar a la base, bajamos la furgoneta y el grueso intentó arrancarla sin demasiada fe. No sé cómo, “brum brum”. La cara de tonto que se nos quedó a los dos fue algo indescriptible. Al parecer ya es la cuarta vez que hace eso, y siempre ha arrancado al bajarla de la grua. Mágia.

Por momento no me ha dado más problema, salvo la ingente cantidad de gasolina que consume, que hace que tenga que trabajar duro en verano para reponerla…

Por lo demás, siento no haber escrito más, puede que a la siguiente me lleve un internet portátil de esos, par subir algo todos los días. Sed felices, nos vemos dentro de poquito.

Besos.

4 comentarios:

  1. jodeer. ke envidia ostiaaa jajajajajajaj

    si, cuando vuelvas ponemos el taller dpm. yo quiero hacerme ya la tabla que tengo pasta de sobra ya! ajajja

    la zurriola esta atope de peña ya.. así que cuando vuelvas, hagamos las tablas, nos volvemos a esas olitas que salen en las fotos ee

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  2. Ayer te vi por Salinas, iba a parar a saludarte pero las olas me llamaban!!!

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  3. ayer en salinas a la tarde hubo un señor bañazo e!

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  4. tres tubos! últimamente siempre me quedaba en dos!

    y dos de ellos fueron cuando estabamos solo un corchero y yo en el agua.

    buenas olas si señor!

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