¡La Poderosa en Liencres!

(escrito el día 18)

Fue ayer día 17 cuando, tras pasarme toda la mañana echándole el ojo a un sitio con muy buena pinta pero sin suficientes olas, decidí pasar a la segunda etapa del viaje, la cual discurre entre Liencres y Oyambre. No sé cuánto tiempo me llevará, pero lo que vi que daban en los partes parecía indicar que estaré un par de semanas aquí si quiero coger olas.

Desde la última vez que escribí, las cosas me han seguido saliendo bien; ha habido mucho viento los últimos días, pero tuve la suerte de encontrar un sitio en el que ese viento era terral, y he cogido buenas olas todos los días. Ahí conocí a un tío llamado patricio: un Italiano que distribuía parafinas y rascadores de waxy, más conocida como la parafina de colores. Puede que muchos de vosotros no la conozcáis porque no están en Donostia, pero en las palmas sí que estaban, y cuando vine de allí tuve que traer unas cuantas a modo de gran novedad.

También tuve la suerte de encontrarme con un fotógrafo anónimo llamado Juan Ortiz, quien me sacó alguna foto y después me las mandó.

Metí a la poderosa en un marrón bastante feo, ya que buscando una ola que había marcado en mi mapa antes de salir, bajé una larga y empinada cuesta de barro medio mojado, en cuyo final el camino se volvía intransitable. Por suerte ésta demostró lo que vale y subió el cuestón marcha atrás, consiguiendo no caerse por el barranco (no es poco para un cacaconductor como yo).

Por lo demás todo perfecto. Esto del nomadismo me gusta más de lo que imaginaba, y tiene, también, mucha menos de la complicación que aparentaba en un principio. Eso sí, no todo es tan perfecto, también tiene cosas chungas como que hay sitios en los que está prohibido “pernoctar en vehículos”, y la ausencia de muchas comodidades a las que estamos muy acostumbrados. Por lo demás, no podría estar haciendo nada que me llenase tanto como esto.

Besos y abrazos a todos.